Actualmente es uno de los materiales decorativos de tendencia mundial, es un revestimiento que se compone de una base cementicia con altas prestaciones a la que posteriormente se le añaden polímeros, áridos ultrafinos, aditivos y pigmentos naturales de colores correspondientes al tono que se le desee dar al acabado.
Mediante el proceso anterior se consigue un material que posee una adherencia extraordinaria, a prácticamente casi todas las superficies.
Por ese motivo es comúnmente utilizado para cubrir hormigón, mortero, azulejos, yeso, cemento, baldosas, metal, gres, pladur o plástico, entre otros. Su gran acabado, textura y versatilidad lo han convertido en uno de los materiales preferidos por arquitectos e interioristas, ya que se ajusta perfectamente a las necesidades de cada proyecto.
Además, debido a que para su aplicación no es necesario eliminar el revestimiento existente, se ahorra tiempo y gran parte de los costes de obra. Lo importante es que la superficie sobre la que se trabaja sea firme y esté bien fijada.